🏍️ La Fábula de los Truenos del Norte
En las montañas verdes de Asturias, donde la niebla acaricia los picos y el mar canta en los acantilados, vivían tres motociclistas legendarios: El Águila, El Lobo y El Oso.
Cada uno tenía una moto distinta:
- El Águila volaba por las curvas con su deportiva ligera.
- El Lobo rugía por los valles con su naked veloz.
- El Oso avanzaba firme con su custom pesada, como si la tierra lo respetara.
Un día, escucharon hablar de una ruta secreta que cruzaba los Picos de Europa y terminaba en un restaurante escondido donde servían el mejor cachopo del reino. Pero había una condición: solo los que entendieran el espíritu de Asturias podrían encontrarlo.
Los tres partieron desde distintos puntos: El Águila desde Gijón, El Lobo desde Cangas del Narcea y El Oso desde Llanes. En el camino, cada uno enfrentó desafíos:
- El Águila quiso ir rápido, pero la niebla lo obligó a frenar y observar.
- El Lobo se perdió entre bosques, hasta que un pastor le enseñó a leer el viento.
- El Oso se detuvo en cada pueblo, escuchando historias y compartiendo sidra.
Al final, los tres llegaron al mismo lugar: un claro entre montañas donde no había restaurante, sino una mesa de piedra con vistas al cielo y al mar. Allí comprendieron que el verdadero premio no era el cachopo, sino el viaje, la amistad y el rugido compartido.
Desde entonces, los moteros que cruzan Asturias dicen que si escuchas bien, entre el eco de los truenos, se oyen las risas del Águila, el Lobo y el Oso.
Moraleja: En Asturias, no importa qué moto lleves ni cuán rápido vayas. Lo que importa es que cada curva te acerque más a la libertad, al paisaje… y a ti mismo.
